Historia del Marcapasos

 

La historia de la investigación cardíaca ha crecido en forma escalonada. Las primeras ideas e inventos condujeron al desarrollo de instrumentos y máquinas cada vez más complejos. El uso de electricidad para estimulación del corazón a fines del siglo XIX y principios del siglo XX provocó muchas ideas. Existe mucha controversia acerca de quién fue el primero en inventar el marcapasos artificial. Se cree que el Doctor Albert S. Hyman es el creador, pero parece haber evidencias de que él no fue el primero. Un médico australiano llamado Mark C. Lidwill, junto al Doctor Edgar Booth, construyeron un marcapasos portátil. Este equipo fue presentado en 1931, mientras que Hyman desarrolló su dispositivo entre 1930 y 1931. El aparato de Lidwill poseía un electrodo aplicado a la piel y otro en la cámara cardíaca apropiada.

 

Ya en 1954 se utilizaron marcapasos cardíacos. La estimulación se realizaba a través de electrodos superficiales ubicados sobre la piel, los cuales dejaban incómodas quemaduras eléctricas durante unos días. Posteriormente, se intentaron utilizar cables que pasaban a través de la piel para activar directamente el músculo cardíaco, pero las infecciones alrededor de los cables dieron origen a un problema que no pudo resolverse. Finalmente, el Doctor Rune Elmqvist diseñó el primer marcapasos implantable.

 

El primer marcapasos incluía un generador de pulsos que entregaba una tensión de aproximadamente 2 volts durante un período de 2 milisegundos. Los transistores originales mostraron grandes fugas de corriente, por lo tanto se desarrollaron dos tipos nuevos para colocarlos en su lugar. La corriente de carga provenía de un generador de radiofrecuencia basado en un tubo de vacío. Teóricamente, una carga que se realizaba durante la noche, era suficiente para casi cuatro meses. Sin embargo, en la práctica duraba un mes.

 

Arn Larsson fue el afortunado receptor del primer marcapasos implantable, un paciente de 43 años de edad que sufría de ataques de Adams-Stokes. Su condición era tan mala que requería 30 resucitaciones por día. El Doctor Ake Senning le implantó un marcapasos el 8 de octubre de 1958. Luego de su operación, el señor Larsson no tuvo más complicaciones y actualmente lleva una vida activa (reportes de 1996).